top of page

Talento humano + inteligencia artificial: Medir lo que realmente impulsa el valor de tu empresa.

  • César Augusto Palomino Rubio
  • Jul 16
  • 3 min read

En la economía del conocimiento, los activos que realmente impulsan la competitividad de una empresa no se encuentran en las fábricas, ni en los inventarios. Están en la mente de sus colaboradores y en la forma en que interactúan con la tecnología. El talento humano y la inteligencia artificial (IA) se han convertido en los dos motores fundamentales que definen la dirección y la velocidad del crecimiento organizacional.


Hoy, el éxito no depende únicamente de producir y vender, sino de crear valor en entornos complejos y cambiantes. La experiencia del cliente, la cultura organizacional, la comunicación y la marca son activos estratégicos que configuran tanto el comportamiento del consumidor como el compromiso interno. En esta lógica, como bien lo expresa Baudrillard (1998), las empresas ya no solo entregan productos: transmiten signos, identidades y aspiraciones.


Inteligencia artificial + talento humano: una alianza transformadora

Lejos de reemplazar al ser humano, la IA potencia su impacto. Automatiza lo operativo para liberar tiempo y energía que se canaliza en lo esencial: la estrategia, la creatividad, la innovación y el pensamiento crítico.


Las organizaciones que integran inteligentemente tecnología y equipos capacitados no solo optimizan procesos. También:

  • Aceleran la innovación.

  • Incrementan su agilidad frente a la incertidumbre.

  • Refuerzan su resiliencia organizacional.

Este nuevo paradigma laboral se asocia con lo que Lazzarato (1996) define como trabajo inmaterial: producción de valor basada en saberes, emociones, relaciones, cultura y experiencias. Ya no es solo lo que se fabrica lo que crea riqueza, sino lo que se piensa, se comunica y se comparte entre marcas, personas y comunidades.


¿Estás midiendo lo que realmente genera valor?

Esta transformación trae consigo una pregunta crítica:

¿Estamos reconociendo y valorando adecuadamente los activos intangibles que hacen valiosa a una empresa?


El conocimiento, la tecnología, la marca, la reputación o la cultura organizacional suelen quedar fuera de los balances financieros tradicionales, a pesar de ser decisivos en los resultados del negocio. Tal como advierte Baruch Lev (2001), el gran reto contemporáneo es visibilizar y gestionar estos intangibles de forma estratégica.

Lo que no se mide, no se gestiona. Y lo que no se reconoce, no se protege ni se escala. Por eso, cada vez más empresas adoptan marcos técnicos de valoración de intangibles alineados con estándares como los del International Valuation Standards Council (IVSC, 2024).

Este enfoque permite poner en valor elementos como:


  • El capital humano, con sus capacidades, aprendizajes y liderazgo.

  • La marca, como activo perceptual posicionado en la mente del consumidor.

  • La tecnología propia, incluyendo software, algoritmos o know-how.

  • La experiencia del cliente, clave para la fidelización y el crecimiento.

  • El conocimiento organizacional acumulado, que evita reinventar la rueda.


Valorar lo intangible para crecer de forma tangible

La valoración de activos intangibles va mucho más allá de lo contable. Es una herramienta poderosa para la toma de decisiones y la estrategia corporativa. Entre sus beneficios destacan:

  • Atraer inversionistas que reconocen el valor real del negocio.

  • Facilitar procesos de fusión, adquisición o alianza estratégica.

  • Justificar inversiones en formación, innovación y transformación digital.

  • Reforzar la cultura organizacional al hacer visible lo que da sentido al trabajo.


En palabras de Boltanski y Chiapello (2005), el nuevo espíritu del capital valora la capacidad de generar redes, conocimiento, creatividad y flexibilidad. Todos ellos, activos intangibles. Pero al mismo tiempo, imprescindibles para lograr un crecimiento sostenible, coherente con las exigencias del siglo XXI.


Conclusión

El futuro pertenece a las empresas que sean capaces de articular su capital humano con su inteligencia tecnológica, y que además, sepan medir, gestionar y proteger aquello que verdaderamente les da valor. No se trata solo de evolucionar en lo que hacen, sino de entender y capitalizar todo lo que son.






Referencias

  • Baudrillard, J. (1998). The Consumer Society: Myths and Structures (C. Turner, Trans.). Sage Publications. (Original en 1970)

  • Boltanski, L., & Chiapello, È. (2005). The New Spirit of Capitalism (G. Elliott, Trans.). Verso. (Original en 1999)

  • International Valuation Standards Council (IVSC). (2024). International Valuation Standards. https://www.ivsc.org

  • Lazzarato, M. (1996). Immaterial labor. En P. Virno & M. Hardt (Eds.), Radical Thought in Italy (pp. 133–147). University of Minnesota Press.

  • Lev, B. (2001). Intangibles: Management, Measurement, and Reporting. Brookings Institution Press.


 
 
 

Comments


bottom of page