Cómo la información y la comunicación estratégica impulsan decisiones inteligentes
- César Augusto Palomino Rubio

- 24 jul
- 3 Min. de lectura

En el dinámico y desafiante entorno empresarial actual, la incertidumbre es la norma. Factores como los conflictos geopolíticos, las tensiones comerciales internacionales, la desinformación mediática, la polarización política y los posibles aumentos en la carga tributaria configuran un panorama complejo para quienes lideran organizaciones. Paralelamente, el acelerado avance digital redefine las reglas del juego, exigiendo de los empresarios una capacidad inigualable para tomar decisiones rápidas, informadas y estratégicas.
Hoy, la intuición y la experiencia ya no son suficientes. La sostenibilidad y el crecimiento de cualquier empresa dependen, en gran medida, de dos pilares fundamentales: la calidad de la información disponible y la efectividad con que esta se comunica. Estos elementos se han convertido en brújulas críticas para navegar escenarios volátiles.
Decidir con datos: el riesgo de la desinformación
Una decisión tomada con datos incompletos, imprecisos o tergiversados puede desencadenar consecuencias costosas: inversiones mal orientadas, lanzamientos inoportunos, respuestas tardías a cambios del mercado o, en el peor de los casos, la desaparición del negocio. Las noticias falsas, las interpretaciones sesgadas o la información obsoleta amplifican este riesgo.
En contraste, las organizaciones que invierten en identificar, depurar y analizar información confiable —proveniente de fuentes fidedignas— no solo logran minimizar amenazas, sino que también descubren oportunidades ocultas, ajustan sus operaciones con mayor precisión y construyen ventajas competitivas sostenibles (Porter, 1985).
La información: mucho más que datos
En el ámbito empresarial, la información no puede reducirse a una acumulación de datos. Su verdadero poder surge cuando se transforma en inteligencia accionable. Por ejemplo, un análisis cuidadoso de las tendencias del mercado puede revelar necesidades no satisfechas, dando pie al desarrollo de productos innovadores. Igualmente, el seguimiento de noticias económicas puede anticipar señales de recesión, permitiendo ajustar estrategias financieras antes de que sea tarde.
En este sentido, la información debe considerarse un activo estratégico, no un simple insumo. Ignorar esta premisa o trabajar con datos erróneos conlleva decisiones fallidas y oportunidades perdidas (Ackoff, 1967; Davenport & Prusak, 1998).
La comunicación: conector esencial de la estrategia
Contar con información valiosa es solo la mitad del desafío. Si no se comunica de forma eficaz a quienes deben tomar decisiones, su utilidad se diluye. Aquí entra en juego la comunicación de noticias, tanto interna como externa.
A nivel interno, compartir noticias relevantes dentro de la organización alinea equipos, promueve la colaboración y fomenta el compromiso. Cuando los colaboradores comprenden el contexto, los desafíos y las metas estratégicas, contribuyen de forma más proactiva. Herramientas como boletines internos, intranets o reuniones ejecutivas funcionan como canales críticos que convierten la información dispersa en conocimiento compartido (Drucker, 1999).
Externamente, la comunicación permite monitorear y posicionarse en el entorno. Conocer la narrativa de los medios, las opiniones de los clientes o los movimientos de la competencia brinda a las empresas la agilidad para responder a crisis, detectar oportunidades o ajustar su propuesta de valor. La gestión de crisis comunicacional demuestra cómo un enfoque transparente y proactivo puede proteger la reputación y preservar la confianza del mercado (Coombs, 2007).
Información + comunicación: un binomio estratégico
Las empresas más competitivas han entendido que la información y la comunicación no son procesos aislados, sino componentes interdependientes de la toma de decisiones. Por ello, adoptan herramientas de inteligencia de negocios (BI) que integran y visualizan grandes volúmenes de datos, convirtiéndolos en tableros interactivos que permiten decisiones oportunas y basadas en evidencia (IBM, 2021).
Adicionalmente, implementan sistemas de monitoreo de medios y redes sociales para captar en tiempo real el pulso del mercado y la percepción pública, una necesidad ineludible en un entorno volátil, digitalizado y altamente conectado (Polaris Market Research, 2025).
Conclusión
En un mundo donde el cambio es constante, convertir el ruido en señal, la información en conocimiento y la comunicación en acción es la clave de la resiliencia empresarial. La información y la comunicación ya no son funciones operativas marginales: son la brújula que orienta, y el timón que impulsa, el camino hacia el éxito sostenible y la adaptación estratégica.
Referencias
Ackoff, R. L. (1967). Management Misinformation Systems. Management Science, 14(4), B-147-B-156.
Atlassian. (2025). Knowledge Sharing and Organizational Culture. https://www.atlassian.com/work-management/knowledge-sharing/culture
Coombs, W. T. (2007). Ongoing Crisis Communication: Planning, Managing, and Responding. SAGE Publications.
Davenport, T. H., & Prusak, L. (1998). Working Knowledge. Harvard Business School Press.
Drucker, P. F. (1999). Management Challenges for the 21st Century. HarperBusiness.
IBM. (2021). What is business intelligence? https://www.ibm.com/think/topics/business-intelligence
Polaris Market Research. (2025). Media Monitoring Tools Market Report. https://www.polarismarketresearch.com
Porter, M. E. (1985). Competitive Advantage: Creating and Sustaining Superior Performance. Free Press.
Whatfix. (2025). Why Knowledge Sharing Culture Is Critical for Business Success. https://whatfix.com/blog/knowledge-sharing-culture
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